lunes, 15 de febrero de 2010

¿Es rentable ser ético?.

TRIBUNA: economía consciente BORJA VILASECA
¿Es rentable ser ético?
ECONOMIA CONSCIENTE.
14-02-2010 – BORJA VILASECA – NEGOCIOS – elpais.com - “Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro” (Platón).
Las organizaciones son entes vivos: tienen muchos paralelismos con los seres humanos que las crean, las dirigen y las componen. Y ahora mismo, la gran mayoría de las empresas operan de forma inconsciente. Es decir, que toman decisiones y se desarrollan por pura inercia. Su día a día está gobernado por el estrés, la hipervelocidad, el cansancio, el automatismo y la reactividad. No saben cuál es el estado anímico de sus trabajadores. Ni se preguntan para qué sirven sus productos y servicios. Ni siquiera piensan sobre cuál es el impacto real que tienen sobre la sociedad. Tampoco les importa.
La gran mayoría de empresas no tiene ni quiere tener tiempo para reflexionar y cuestionarse su función y su funcionamiento. Lo único que les interesa es el lucro. Su objetivo vital es ganar cada vez más dinero, un comportamiento totalmente legítimo y comprensible. Al fin y al cabo, no están dirigidas por su conciencia, sino por su instinto de supervivencia. Tienen tanto miedo que sólo piensan en sí mismas. Todo lo demás les trae sin cuidado. Ésta es la esencia del denominado “egocentrismo empresarial”, cuya doctrina existencial es que “el fin justifica los medios”.
La gran mayoría de empresas son competitivas, ambiciosas y codiciosas. Y lo son porque creen que ésta es la mejor manera de sobrevivir. Están tan obsesionadas con el corto plazo, que se han convencido a sí mismas de que no pueden permitirse el lujo de ser éticas. Eso sí, por medio del marketing y la publicidad se esconden detrás de una máscara, fingiendo parecer lo que no son para gozar de una buena reputación social. No tienen ningún reparo en engañarse y corromperse, mintiendo y estafando descaradamente a la sociedad. Basta con hablar con alguno de sus empleados para desenmascarar esta incómoda verdad.
La gran mayoría de empresas son como son y hacen lo que hacen porque no están en contacto con sus valores. Y por valores no nos referimos a conceptos etéreos que poner en un díptico o enmarcar en una pared. Los valores son la brújula interior que nos permite tomar decisiones alineadas con nuestra conciencia. Y para que una organización conecte con sus valores primero debe de conocerse a sí misma. Sólo por medio de este “autoconocimiento empresarial” puede descubrir su verdadero propósito, respondiendo a la pregunta: ¿para qué quiero que sirva lo que hago?
En definitiva, la gran mayoría de empresas todavía no han encontrado su razón de ser. Y eso siempre genera un gran vacío. Por eso son tan pobres y están tan enfermas. Al no tener ningún sentido lo que hacen, son víctimas de un virus letal: la epidemia de insatisfacción y malestar entre los profesionales que las componen, que merma año tras año su creatividad, su innovación y su capacidad de aportar valor añadido. De ahí su incompetencia a la hora de crear riqueza real para la sociedad. Y éste sí es un lujo que no van a poder permitirse por mucho tiempo.
La paradoja inherente a la mayoría de empresas es que a pesar de sus esfuerzos por sobrevivir, funcionan de tal modo que están condenadas a desaparecer. Debido a su ineficiencia e improductividad son totalmente insostenibles. Además, la ignorancia de no saber quiénes son y la inconsciencia de no querer saberlo les lleva a huir de lo único que puede salvarlas: el cambio y la transformación de su cultura organizacional, un proceso más conocido como “desarrollo organizacional”, “humanismo empresarial”, “management consciente” o “liderazgo en valores”.
Eso sí, por más que se intente, la ética no puede enseñarse. Ni siquiera en las aulas de las más prestigiosas escuelas de negocios. Más que nada porque no tiene nada que ver con el conocimiento. Va mucho más allá de la moral, de lo que está bien o mal, de lo que debería hacerse… La verdadera ética es hija de la sabiduría: surge de forma natural cuando la organización se crea y se gestiona de forma consciente.
Preguntarse si la ética es rentable es absurdo e incluso vergonzoso. Es como si nos preguntáramos: ¿es agradable ser amable? De ahí que el objetivo del nuevo paradigma económico emergente es que la ética y la rentabilidad vayan de la mano. Sobre todo por cuestiones de eficiencia y sostenibilidad. Ahora mismo, el mayor obstáculo para poder promover una gestión verdaderamente ética en las organizaciones es el obsesivo afán de lucro en el corto plazo. La ética requiere de una estrategia que contemple el medio plazo, lo que permite establecer relaciones profesionales respetuosas e igualitarias, en la que todos los miembros salgan ganando. Y es que sólo por medio de la confianza, la cooperación y la vocación de servicio se alcanza la abundancia sostenible que persigue cualquier compañía.
El gran reto que propone la economía consciente que se avecina es emprender y liderar proyectos empresariales conscientes, que apuesten por crear valor a través de valores humanos. Y aunque no puede imponerse, sí puede enseñarse. Este aprendizaje surgirá cuando las empresas se den cuenta de que este cambio no es una opción moral, sino una necesidad para garantizar su supervivencia económica. El objetivo vital de este tipo de organizaciones ya no será ganar dinero, sino crear riqueza. Y al ofrecer servicios y productos realmente útiles y necesarios, el dinero será un indicador de que efectivamente lo están consiguiendo, convirtiendo la ética en sinónimo de rentabilidad.

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miércoles, 3 de febrero de 2010

Ciencias que se relacionan con la Etica

Relación de la Ética con algunas
ciencias

Relación de la Ética con la Psicología.
La Psicología se parece a la Ética en
cuanto a que también estudia los actos
humanos, pero ésta los explica en el
aspecto del hecho y la Ética solo se
interesa en las normas de derecho de
ese acto, es decir la psicología solo
estudia el acto como objeto material, el
por qué ocurre. La Ética en cambio
estudia la bondad o maldad de dicho
acto y dicta normas de cómo deben
estos.
Relaciones entre la Ética y la
Sociología.
La sociología surgió en el
siglo XIX gracias a las
aportaciones de Augusto
Comte. y de Karl Marx.
Estudia el comportamiento
del hombre en forma
global, es una ciencia de
hechos, mientras que la
Ética es una ciencia de
derechos.
Relaciones entre la Ética y el Derecho. El derecho es un conjunto de normas que rigen la conducta humana y en esto se parece a la Ética, sin embargo, difieren:

Las normas de la Ética son autónomas (cada individuo debe darse sus normas propias) y las del Derecho son heterónomas (las normas provienen de una autoridad diferente al individuo).

Las normas de la Ética rigen aspectos internos y las del Derecho aspectos externos.

Las normas de la Ética son unilaterales (el cumplir una norma no implica el surgimiento de un derecho o una obligación por parte de otras personas), y las del Derecho son bilaterales (una obligación implica un derecho y viceversa).

Las normas de la Ética son incoercibles (aún cuando tienen un carácter obligatorio, generalmente no conllevan un castigo explícito en el caso de no cumplirlas) y las del Derecho son coercibles (la autoridad que ha establecido ciertas normas civiles, tiene la facultad de exigir el cumplimiento de ellas, y para llevar a cabo dicha tarea, impone vigilancia, fiscalización, sanciones, etc.).
Relaciones entre la Ética y la Economía.

La Economía es la ciencia que trata de la producción,
distribución y consumo de los bienes materiales. Sus
temas son, el trabajo, la mercancía, el dinero, la
ganancia, la utilización del trabajo, el comercio, etc. La
Ética relacionada con esta ciencia en aspectos de la
vida del ser humano: su subsistencia, sus problemas
pecuniarios(dineros), su lucha diaria por el alimento, la
vivienda y la ropa. Todo esto está afectado por la
explotación del asalariado, la injusticia en el pago de
sueldos, la falta de higiene en las fábricas, la falta de
esmero en el trabajo del obrero o la responsabilidad de
los empleados.
Relaciones entre la Ética y la Pedagogía.

La Pedagogía es el estudio de la educación, el significado de la
palabra educación proviene del vocablo educere, que significa
conducir, guiar y también sacar hacia fuera, desarrollar lo que
está implícito. También consiste en lograr que una persona
haga, por sí misma, lo que debe hacer.

En sí la educación es una disciplina que complementa a la Ética
y viceversa.

La Ética dicta que es lo que hay que hacer, en tanto que la
educación muestra el modo en que podemos lograr lo
propuesto por la ética.

La educación es un arte en tanto que la Ética es una ciencia.
La Ética es la rama de la Filosofía que estudia la conducta humana desde el punto de vista de su bondad o maldad. Esta rama ha sido, posiblemente, la más conocida y comentada en el género humano

La Ética al pertenecer a la Filosofía, participa de las características de esta disciplina y la coloca en un puesto más relevante debido a que le interesa el estudio de la esencia de los actos humanos, o sea, trata de esclarecer cuáles son las características propias de todo acto humano, una de ella es la libertad, sin ella no hay acto humano sino acto del hombre, la condición indispensable de un valor moral es el acto humano, es decir, un acto ejecutado libremente.